Estas prácticas son actividades de orden formativo ejecutadas generalmente por estudiantes próximos a graduarse. Son tareas y actividades que constituyen un complemento a la educación formal durante un tiempo determinado en un entorno de trabajo real.
Esta actividad laboral, complementaria de la formación profesional, requiere una cercana participación y supervisión de las partes. Entendidas estas como la institución educativa, la empresa o el ambiente laboral donde tiene lugar la actividad formativa, y el estudiante en formación. Las mismas no son consideradas relaciones laborales propiamente dichas. De allí que no sean remuneradas, aunque esto no constituyen ningún impedimento para ser consideradas en empresas y futuras oportunidades laborales.
Las ventajas son significativas al agregar esta experiencia internacional al conocido CV y estudios académicos ya que se puede convertir en un importante impulso para las perspectivas de empleo a corto y mediano plazo y es ampliamente valorada por los empleadores.